jueves, 29 de septiembre de 2016

La Voz del Diablo:

Cap 1:

Desde que soy capaz de recordar, la música siempre ha sido para mí algo así como las alas para las aves.
Mi mejor recuerdo y uno de los escasos que tengo, es el de mi abuelo Saburo regalándome mi primer violín
cuando tenía siete años. Mis padres se habían ido a Italia para asistir a una importante reunión de trabajo y me habían dejado a su cargo, cosa que a ambos nos encantaba ya que éramos como uña y carne.
    Ése día mientras desayunábamos me comentó muy serio que había algo de lo que teníamos que hablar en su despacho. Por unos momentos no supe qué pensar y me pregunté si por algún casual se habría enterado de que antes de ir al comedor, había robado unas galletas de chocolate y que me iba a regañar por eso.
    Cuando terminamos de comer y la sirvienta recogió la vajilla nos fuimos para su despacho donde me sentó en uno de los sillones Luis XIV que complementaban el moviliario de la habitación.
    -Satoshi - me dijo inclinándose hacia delante y acodándose en el enorme escritorio de ábano.- Tus padres me han dicho que te gustaría aprender a tocar algún instrumento.
    Me quedé totalmente petrificado, sí que les había comentado a papá y mamá lo de aprender a tocar, pero no me esperaba que mi abuelo reaccionaría tan rápido.
    -Sí, me gusta mucho el violín - contesté con timidez.
    Saburo se me quedó mirando durante unos momentos que se me hicieron eternos y en los que se me pasaron por la cabeza mil cosas.
    -¿Por qué te llama la atención el violín? - me preguntó con cautela.
    -Por que siento que es el mejor instrumento que existe, sé que muchos piensan que es un instrumento maldito, pero realmete es el que más me gusta, por su sonido, su dificultad, me gusta todo de él - respondí sin apenas tomar aire.
    El abuelo lanzó una carcajada y asintió.
    -Muy bien, de qacuerdo, tendrás tu violín, pero quiero que sepas y mantengas para siempre estas palabras que te voy a decir en tu corazón. ¿Entendido?
     Aguardé pacientemente.
     -El violín es un instrumento que en cierto modo está vivo, es uninstrumento que tiene su propio caracter y es exigente pero leal, si le prestas la atención que merece será tu mejor amigo, será como un hermano, pero si lo dejas olvidado, entonces cuando quieras volver a él de respreciará - aseguró.
    -Sé lo que quieres decir abuelo, pero lo tengo muy claro, haré lo que sea por aprender a tocarlo y que estéis orgullosos de haber confiado en mí - sin darme a penas cuenta me había inclinado también sobre el escritorio.
     -Madre mía, si hubiera tenido en el conservatorio a alumnos como tú, tendría que dar las clases con una katana y el yoroi*- Dijo con una leve sonrisa bailando en sus labios.
     Entonces se levantó y se dirigió a una habitación contigua a su despacho y me invitó a que lo acompañase. Fue en el preciso instante en que atravesé el umbral de ésa puerta cuando descubrí lo importante que era la música para mi familia, junto a numerosos instrumentos había fotos de mis padres a diferentes edades, incluso mi tío Takuya que parecía estar siempre enfrascado en sus tatuajes salía fotografiado tocando el piano, en un portarretratos sobre el instrumento. Continuó andando y me llevó hasta una vitrina de cristal donde guardaba tres violines de distintos tamaños y me entregó el de menor tamaño.
     -Satoshi, a partir de este momento este instrumento va a ser como una parte de tu ser, con eso te lo digo todo - tomé el violín entre mis manos con delicadeza y respeto mientras le juraba que me convertiría en el mejor violinista al que hubiese escuhado jamás.
     Por desgracia ni él ni mis padres sabrán nunca si cumpliré mi promesa o no, a las dos semanas de que mi abuelo me regalase el violín, mis padres murieron en el avión que los debía traer a casa y mi abuelo cayó en una terrible depresión de la cual jamás se repuso.
     Desde entonces vivo con mi tío, el cual pese a ser un poco raro siempre me ha ayudado y ha estado allí cuando peor lo he estado.

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